sábado, 13 de noviembre de 2010

Empresarios en tiempos de crisis

Comencemos con un hecho: estamos en crisis, y ésta continuará durante muchos más meses que lo que quisiéramos. Al decir crisis, me refiero a una situación del mercado en general, el cuál está sufriendo el hecho de que el consumo ha disminuido drásticamente.

Es una especie de retroalimentación negativa entre todos los sectores productivos y la sociedad en general, y la forma más efectiva de acabar con esto e mediante una actuación de la clase gobernante que facilite o incentive, la reactivación del flujo de capital... pero la idea de este artículo no es hablar de política, sino comentar sobre lo que puede hacer una empresa que siga activa dentro de este remolino, que ante el mal proceder de los gobernantes, amenaza acabar con todo.

Partiendo del hecho inicial, “estamos en crisis”, toda empresa debe asumir que sus ventas se verán afectadas negativamente, es decir, el nivel de ingresos se verá reducido notablemente. Obvio. Si la empresa no dispone de recursos económicos, entonces le será difícil, por no decir imposible, sobrevivir a esta coyuntura. Sería como encontrarse en medio del desierto sin una gota de agua. Es crudo, pero es la realidad. Su única solución sería que algún inversor o sus dueños, inyectara capital.

Ahora bien, si la empresa dispone de recursos económicos, entonces tiene que invertirlo de manera inteligente, acorde con la situación. Imagínate que eres un vendedor de “Aires Acondicionados” y que por alguna causa viene una glaciación (es un escenario extremo, ya lo sé, pero sólo quiero transmitir una idea), ¿qué pasaría si invirtieras tu capital en el área comercial? Obviamente no obtendrías ningún resultado, ya que independientemente a las veces que trates de venderle a una persona un equipo de aire acondicionado, éste no lo va a comprar. Asúmelo, estamos en crisis y la gente comprará sólo lo que realmente necesario.

Para saber donde invertir, hay que tener en mente que ésta no es la primera crisis económica que ocurre en el mundo, por lo que se puede esperar a que la economía vuelva a arrancar. ¿Cuándo? Ni idea, pero pasará. También hay que considerar que la crisis no ataca por igual a todos los países. En caso de España, nuestra situación es mucho peor que la gran mayoría de los países de la Comunidad Europea (cualquier empresa española que no lo vea así, creo que tiene los días contados). Esto significa que las empresas de esos otros países estarán en mejor situación, con mejores e innovadores productos con los que atacarán el mercado español, dejando completamente fuera de juego a las empresas españolas.

Cuando esto acabe, nuestra empresa debe estar en capacidad de enfrentarse a la competencia foránea y recuperar los niveles de facturación anteriores a la crisis. Incluso, si se hacen bien las cosas, no esperar a la recuperación del mercado local y estar en condiciones de entrar con productos competitivos en el mercado exterior.

La única forma de poder lograr lo descrito en los párrafos anteriores, es mediante la inversión en Investigación y Desarrollo. Hay que aprovechar este momento para hacer que nuestros productos sean más eficientes y que saquen el máximo de la tecnología existente, para poder enfrentarse a las necesidades que existirán cuando acabe la sequía.

Para una empresa debe ser más importante, en estos momentos, invertir en la renovación y evolución de su producto, incluso más, que el hacer algunas modificaciones puntuales para satisfacer la necesidad de uno de sus clientes. Por ejemplo, dedicar sus recursos para añadir una funcionalidad específica de un único cliente, por el simple hecho de que repercutirá en un ingreso, en lugar de dedicar esos escasos recursos en preparar su producto para estar en capacidad de enfrentarse a los grandes competidores del mercado, es simplemente aplazar el problema. Al acabar la crisis y tener enfrente a un mercado recuperado, necesitado de soluciones, no dispondrás de un producto en condiciones y, muy probablemente, te hayas quedado sin recursos económicos, por más que recibiste esos ingresos por realizar esa modificación que sólo servía a un cliente.

Si se invierte en I+D, con miras a disponer de un producto que se encuentre al nivel de los de los competidores extranjeros, permitiría incluso atacar esos mercados, incluso antes que el mercado local se recupere.

Muchas empresas tradicionales no estarían dispuestas a realizar lo que comento en este artículo. Les asusta el riesgo y hacen cualquier cosa por mantener su nivel de confort. Es como si se les hubiese olvidado la época en la que decidieron hacerse empresarios y asumir riesgos y sacrificios.

Las crisis se generan por un cambio drástico del paradigma tradicional. De repente nos encontramos con que las reglas del juego han sido cambiadas, pero seguimos jugando de la forma antigua. Es como si nos encontráramos perdidos en una ciudad extranjera, y tratamos de dar con nuestro destino utilizando un mapa de nuestro pueblo.

Llegó la hora de buscar un mapa para esta nueva ciudad en la que nos encontramos.

sábado, 19 de junio de 2010

La base del Liderazgo

Muchas personas piensan que por ser “jefes” ya son líderes. Un Jefe hace que las personas hagan lo que les dice simplemente por la autoridad jerárquica que posee en el organigrama de la empresa. El líder lo logra simplemente porque la gente cree en él.

Ahora bien, una persona que logra que un grupo haga lo que él dice puede ser realmente consideradas líderes. Hay personas que por su forma de ser, hablar o actuar pueden motivar a unas personas en un momento dado, pero al poco tiempo resulta que la gente deja de seguirle y de considerar sus propuestas.

En cambio existen algunas personas que incluso después de un revés, aun le siguen apoyando y siguiendo. Estos son los que realmente se pueden considerar como líderes.

Por otro lado, un buen manager es aquel que, haciendo uso de los recursos que dispone, logra alcanzar los objetivos en los plazos y condiciones indicadas. Pero no necesariamente puede considerársele un líder, ya que las motivaciones de las personas de su equipo pueden no ser necesariamente las de seguirle a toda costa.

El líder es aquella persona que logra que otros les sigan por el simple hecho de ser él el que les pide que lo hagan. Esos seguidores creen en lo que el dice porque está persona es una persona de principios, los cuales son compartidos por sus seguidores. Este es el motivo: los Principios.

Todas las personas deberían tener sus propios Principios, cosas en las que cree y que deben de ejercer de brújula en las distintas bifurcaciones que se presentan en la vida. Si tú necesitas dinero y uno de tus principios es la honradez, nunca deberías considerar la posibilidad de robar para alcanzar tu objetivo.

Pero no sólo es necesario decir que se tienen Principios, sino que también hay que demostrarlo. Algunos supuestos líderes dicen defender unos Principios, con el fin de tratar de atraer grupos personas, pero luego cambian a otros principios para atraer también a otro grupo, tal como decir Groucho Marx: “Estos son mis Principios, pero si no le gustan tengo otros”. En el momento que un seguidor se da cuenta que su supuesto líder no posee los principios que supuestamente tenía, entonces deja de seguirle. Por desgracia, a algunos seguidores les cuesta darse cuenta de la farsa, convirtiéndose más en un fanático que un seguidor, llegando incluso a cambiar sus propios Principios.

Si quieres ser un líder, lo primero que tienes que hacer es identificar cuales son tus principios y trabajar siempre en base a ellos. Luego adquiere aquellos hábitos que harán de ti una persona realmente efectiva (Stephen Covey), como por ejemplo:

  • Proactividad: No esperes a que te digan lo que hay que hacer. Básate en los principios de Responsabilidad e Iniciativa.
  • Tener un fin en mente: Saber siempre a donde te diriges. Principios de Visión y Valores.
  • Primero lo primero: Hacer lo que hay que hacer cuando haya que hacerlo. Integridad y Ejecución.
  • Pensar Ganar – Ganar: Buscar soluciones en los que todos ganen. Respeto y Beneficio mutuo.
  • Primero entiende y luego hazte entender – Si no entiendes a los demás no podrás hacerte entender. Entendimiento mutuo.
  • Sinergia – Construir a partir de los aportes de otros. Cooperación creativa.
  • Aprendizaje continuo – No pares de estudiar. Renovación.

Al poco tiempo te darás cuenta que eres una persona respetada y seguida. No los defraudes y sigue tus Principios.

Para evolucionar hay que abrir la mente.

La creatividad es una de las cualidades más importantes que debe poseer un profesional para lograr sus objetivos. La creatividad es la que nos permite idear una forma distinta de llegar a nuestro destino. La creatividad es lo que nos permite diferenciarnos del resto de nuestros competidores. La creatividad es la que nos permite encontrar luz en los caminos en los que otros encuentran oscuridad.

Este es el motivo por el que insisto tanto en este tema.



En varias oportunidades me ha ocurrido que después de presentar una estrategia siempre aparece el comentario: “eso no se puede hacer porque nadie lo hace así”. Existe una posibilidad que lo que yo propongo no se pueda hacer, pero que se justifique con el hecho de que nadie lo hace así no es válido. Es más, si fuese cierto aún estaríamos viviendo en la edad de piedra.


La base de la creatividad es abrir la mente y visualizar el resultado deseado. Mirar el futuro. Luego pensar en distintas maneras de poder llegar allí, y lo más importante es no ponerse ningún obstáculo ni descartar ningún camino.


Existen muchas personas que cuando le vas a plantear una idea, en lugar de tratar de entenderla, dedican su mente a buscar la razones por las que lo que está escuchando no puede funcionar. Cuando alguien te este contando una idea debes primero tratar de entenderla (hábito distintivo de los profesionales valiosos: entender primero para luego hacerte entender – Stephen Covey), luego visualizarla y determinar si de esa forma es posible llegar al destino (Tener el fin en la mente, otro hábito de los profesionales exitosos – Stephen Covey) y finalmente identificar lo que tuviera que ocurrir para poder desarrollar esa idea. En ningún momento se debe descartar, por más absurda que pudiese ser. Más adelante, y disponiendo de un conjunto de ideas desarrolladas y documentadas correctamente, es cuando se podrá decidir el camino a seguir.




Todas las ideas, incluso las más absurdas, ayudan a la creatividad a generar nuevas ideas quizás no tan absurdas. Esto se llama sinergia (Otro de los hábitos de los profesionales exitosos de Stephen Covey, ¿Coincidencia?).



En mi vida profesional me he encontrado con muchas personas que están más preocupadas en rechazar tu idea que en entenderlas, que están más pendientes de demostrar que ellos saben más que tu, personas que dicen que están dispuestas a cambiar siempre y cuando todo quede igual. Cuando te encuentres con uno de ellos, has lo que hago yo, no perder el tiempo y seguir adelante, ya que ellos se quedarán atrás, viviendo en su cueva. Hay dos opciones evolucionar o morir, y el cambio es el agente de la evolución y la creatividad es el motor del cambio.

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