domingo, 20 de septiembre de 2009

Los mayores obstáculos al éxito

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Los mayores obstáculos que encontrarás en tu camino hacia el éxito son dos: el miedo al fracaso y el miedo al rechazo.

El miedo al fracaso es lo primero que sientes cuando te viene una buena idea. Escuchas esa voz interior que te dice: ¡No puedes!

Supongamos que tengo un poder especial con el que puedo hacer que las ideas que escribas en un papel en los siguientes 60 segundos, las puedas realizar sin ningún problema. Anímate y escríbelas. Escribe aquellos proyectos que siempre has querido realizar, pero que por algún motivo no has puesto en marcha.

Si has podido escribir esa lista te felicito, has creado tu lista de los próximos proyectos que vas a emprender. Si no la has escrito, te recomiendo que leas mi artículo “No esperes más” y que escribas la lista!

El miedo al rechazo viene por estar pendiente de las críticas de otras personas, preocupado por lo que podrían pensar de ti.

No seas ególatra. ¿Tú crees que la gente está siempre pensando en ti y en lo que haces o dejas de hacer? Existen las personas que se sienten mejores que todo el mundo, y hagas lo que hagas será criticado igual. A esa gente no hay que darle importancia, no se la merecen. Después están las personas que quieren y confían en ti. Ellos te apoyaran en todo lo que hagas. Finalmente está el resto de las personas. Estoy seguro que te ofendería saber lo poco que piensan en ti.

La mejor forma acabar con el miedo es enfrentándose a él. El fracaso es una actividad más en el proyecto del éxito, o acaso piensa que todos los descubrimientos de Edison tuvieron éxito al primer intento?

Tu puedes hacer lo que quieras, y te da igual lo que piensen los demás. Tarde o temprano ellos cambiarán su forma de pensar, por lo que no debes organizar tu vida alrededor de algo que cambia constantemente. Siempre habrá gente que no estará de acuerdo con lo que pienses.

La historia esta llena de frases célebres:

- “Los ordenadores del futuro no pesaran más de 1,5 toneladas” – Popular Mechanics, adelantando el vertiginoso avance científico, 1949

- “Creo que hay un mercado mundial de quizás unos cinco ordenadores” – Thomas Watson, chairman de IBM, 1943.

- “Me he viajado este país de arriba abajo, hablado con los ejecutivos más importantes y con los mejores técnicos, y os puedo asegurar que el proceso automático de datos es una chapuza que no va a durar más de un año” – El editor de libros sobre empresas de Prentice Hall, 1957

- “Pero... para que nos van a servir? – Ingeniero de la Advanced Computing Systems Division de IBM, hablando de los microchips, 1968

- No existe una sola razón por la cual alguien quisiera tener un ordenador en su casa” – Ken Olson, presidente, chairman y fundador de Digital Equipment Corp. 1977

- “Este aparato llamado teléfono tiene demasiados problemas para ser seriamente considerado como un medio de comunicación. El aparato no tiene ningún valor inherente para nosotros.” – Western Union internal memo, 1876

- “La caja musical sin cables no tiene ningún tipo de valor comercial. Quien iba a pagar por un mensaje que no este siendo mandado a nadie en particular?” – David Sarnoff’s Associates en respuesta a la propuesta de invertir en la radio, en la década de 1920.

- “El concepto es interesante y bien formado, pero para recibir una nota mayor que un BIEN, la idea ha de ser practicable” – Un profesor de Yale University respondiendo al trabajo escrito por Fred Smith en el que exponía la idea de un eficaz servicio de correo “overnight”. Fred Smith acabó fundando Federal Express Corp.

- “Quien demonios va a querer oír habla a los actores?” – H.M. Warner, Warner Brothers, 1927

- “No nos gusta su música, y aparte, la guitarra es un instrumento en vías de extinción” – Decca Recording Co. cuando rechazaron un contrato con los Beatles en 1962

- “Es imposible crear aparatos que vuelen y que sean más pesados que el aire” – Lord Kelvin, presidente Royal Society, 1895

- “Y fuimos a Atari y dijimos ‘¡Ey!, tenemos este aparato, incluso construido con algunas partes vuestras, que tal si nos echan una mano? O si no, os damos la máquina a vosotros. Tan sólo queremos que se haga una realidad. Danos una paga y trabajaremos para ti’... Atari dijo ‘No’. Total que fuimos a Hewlett-Packard y nos contestaron ‘Eh, no os necesitamos, ni siquiera tenéis aun una carrera’” – Steve Jobs, fundador de Apple, en su intento de conseguir que Atari y HP se mostrasen interesados en el ordenador personal que él y su compañero Steve Woznial acababan de diseñar.

- “¿Cavar para encontrar petróleo? ¿Quiere decir agujerear la tierra para buscar y encontrar petróleo? Usted está como una regadera!” – Escavadores que Edwin L. Drake intentó reclutar para llevar a cabo su proyecto de encontrar petróleo bajo la tierra en 1859.

- “Los aeroplanos son juguetes interesantes, pero sin ningún valor militar” – Marechal Ferdinand Foch, profesor de estrategia, Ecole Superieure de Guerre

- “Todo lo que se podía inventar, ha sido ya inventado” – Charles H. Duell, comisionario, U.S. Office of Patents, 1899

- “La teoría de los gérmenes de Louis Pasteur no es sino una ficción ridícula” – Pierre Pachet, profeso de Fisiología de Toulouse, 1872

- “El abdomen, el pecho y el cerebro serán siempre inaccesibles al conocimiento y al cirujano” – Sir John Eric Ericksen, cirujano británico, nombrado Surgeon-Extraordinary to Queen Victoria 1873

- “640K de memoria debería ser suficiente para cualquiera” – Bill Gates, 1981.

Hace algunos años yo tuve una experiencia similar a estas frases célebres, y lamento no haber tenido la madurez y experiencia necesaria para llevar el proyecto a cabo. Yo trabajaba en una compañía que disponía de un sistema de ofimática que permitía enviar correos electrónicos entre los empleados. Estoy hablando del año 1992, la Internet estaba en pañales y en España ni se conocía. Un día, reunido con unos compañeros, se me ocurrió comentar la idea de crear una compañía que permitiera a sus clientes utilizar este sistema, conectándose vía telefónica, y enviarse correos electrónicos entre ellos. Así no sería necesario imprimir el documento para enviarlo por fax, sino que directamente, con el procesador de palabras, se podría enviar a la otra compañía, y estos, a su vez, lo tendrían en formato electrónico. Contándolo ahora suena obvio y natural, pero en esa época era como ciencia ficción. La respuesta que obtuve entonces de mis compañeros fue: “¿quién va a querer utilizar ese servicio, existiendo el fax?”.

Creo que la idea está clara. Si algún genio o inventor se hubiese parado a escuchar lo que “los demás” tenían que decir, creo que aun estaríamos viviendo en las cavernas.

Por favor, no me tomes por el otro extremo. Es natural tener miedo, incluso es hasta bueno tenerlo. Pero que ese miedo no sea la causa para que ni siquiera te plantees tus proyectos y luches por ellos. La idea NO es lanzarse al vacío, ni tampoco dejar de escuchar consejos. La idea es que te plantees tus proyectos y los consultes con otros, pero que al final utilices tú criterio, visión y fe para seguir adelante.

Tu zona de Confort

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¡No hay nada más peligroso que el confort! Ha habido imperios que han caído por la maldita zona de confort.

Cuando eras más joven, seguro que tenía un entusiasmo imparable, te ibas a comer el mundo, no había nada que te pudiera parar... hasta que llegaste a la zona de confort.

Pero los años pasan y te vas acostumbrando a tener un sueldo fijo y a una rutina. Todos los días te despiertas y te preparas para ir a trabajar, pasas horas en tu lugar de trabajo y luego regresas a casa... y al final del mes recibes tu premio.

Ese ingreso periódico es el que determina tu nivel de vida, las actividades extraprofesionales que realizas, la cantidad y calidad de tus comidas, la cantidad, duración y calidad de tus vacaciones... y eso es lo que forma tu zona de confort. Te sientes cómodo viviendo así. Sueñas con la posibilidad de recibir una buena cantidad de dinero extra y poder subir el nivel de vida, pero sigues con tu rutina, día a día, semana a semana, mes a mes y año a año.

Si algo ocurre y tu nivel de confort varía en más de un 10%, empiezas a sentirte incómodo y luchas para recuperarlo. Es por eso que se llama zona de confort. Imagínate que por algún motivo dejas de percibir un 20% de tus ingresos: te sientes mal, te vuelves más agresivo, comienzas a investigar y buscar la forma de recuperar esos ingresos perdidos, comienzas a cuestionarte algunos gastos.

Pero cuidado, esto también ocurre cuando incrementas tus ingresos. Suponte que recibes un ingreso inesperado. Muy probablemente le digas a tu pareja: “Cariño, me han pagado unas comisiones... ¡vamos a gastarlas!” y entrarás en un comportamiento de despilfarro. Quizás adquieras algunas cosas que necesitas, pero realizarás muchos gastos innecesarios. Se te olvidarán todos los criterios de austeridad que solías aplicar. Y al final, cuando ese dinero extra se ha agotado, le dirás a tu pareja, “Por fin hemos vuelto a nuestra zona de confort”.

Lo interesante de todo esto es que la zona de confort se la establece uno mismo. El entusiasmo que tiene la gente más joven se debe a que ellos han establecido su zona de confort muy por encima de su nivel de vida real. Ellos se han dado cuenta que es posible ganar dinero, en lugar de estar dependiendo de lo que los padres les dan, podrían llegar incluso a independizarse. Esa visión que tienen de lo que quieren alcanzar es el motivador para luchar y tratar de alcanzar su objetivo.

¡Hay que salir de la zona de confort! Mejor dicho, tenemos que ajustar nuestro termostato para que nos sintamos muy por debajo de nuestra zona de confort deseada. Tenemos que tener la visión de la zona de confort que deseamos y pensar en los beneficios de estar allí. No podemos conformarnos con la zona de confort en la que estamos viviendo, tenemos que luchar SIEMPRE como si estuviéramos un 40% por debajo de nuestra zona de confort.

¡Despierta y sal de tu zona de confort!

sábado, 19 de septiembre de 2009

Tú ves lo que crees

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Tú no crees lo que ves... tú ves lo que crees.

Supongamos que tu y yo somos muy buenos amigos y que yo te digo: “Me alegra mucho encontrarte aquí en este momento. Dentro de 5 minutos vendrá un amigo mío que es un genio. Esta persona es un experto en los negocios: en cada compañía en la que ha invertido ha logrado triplicar su capital en menos de 6 meses. Adicionalmente tiene una visión de marketing impresionante. Todas las campañas que ha diseñado han generado, como mínimo, el doble de los resultados esperados. Y en ventas ni te lo puedes imaginar”.

Al rato llega mi amigo y después de hablar durante varios minutos te comenta que esta pensando montar una empresa y que esta buscando gente con tu perfil. ¿Cuánto tardas en ofrecerle tu Curriculum?

Pero si mi introducción hubiese sido: “Dentro de 5 minutos vendrá un amigo mío, pero el pobre realmente no acierta nunca. Ha tenido en sus manos múltiples oportunidades de negocio, pero siempre acaban mal. Hace dos años logró, no se como, que lo pusieran como Director General de la compañía QWE, una empresa que había sido líder en su sector durante 2 décadas, y ahora esta a punto de quebrar. Además parece que tiene la mala costumbre de meter la mano en la caja. Una vez creó un negocio en el que estaba vendiendo, para su uso inmediato, un producto que ni siquiera estaba diseñado aun.”

¿Te quedarás a esperar que llegue la persona?

Si tú piensas que una persona es de cierta manera, si tienes un juicio o haces un prejuicio de una persona, no importa lo que esa persona diga o haga, tu estarás utilizando la imagen que tienes de ella para valorar lo diga o haga.

Supongo que estarás de acuerdo con esto. Ahora bien ¿qué concepto tienes de ti? ¿Cómo te ves a ti mismo? ¿Te consideras un Triunfador o un Perdedor? El hecho que estés pasando por un mal momento no significa que seas un Perdedor, sino que aun no has podido prepararte adecuadamente para lograr lo que deseas.

El subconsciente es una herramienta muy efectiva, tanto para lo bueno como para lo malo. El subconsciente juega un papel clave en el resultado de carrera, por lo que es muy importante saber utilizarlo adecuadamente. El subconsciente no razona, no conoce de escala de tiempos, no descansa.

Para utilizar tu subconsciente tienes que emplear la técnica de hablar contigo mismo. En un comienzo puedes hacerlo mentalmente, así evitarás el sentirte como un loco hablando solo. La conversación debes hacerla en primera persona y en presente. Has la prueba y di, para ti, “Soy bueno”.

Si es de las primeras veces que haces esto, seguro escucharás una vocecita interior que te responde: “JA! Tú bueno! Cómo puedes decir eso después de lo que paso con xxx.” Esa voz es el subconsciente, que te está devolviendo todo lo que le has alimentado durante años. Cada vez que te has enfrentado a un fracaso (lo cual es muy común, todos metemos la pata) te has criticado a ti mismo desde una perspectiva negativa. NO es lo mismo pensar: “Que torpe soy, como se me ha ocurrido hacer eso así” a pensar “veamos... esto fue lo que hice mal, ¡excelente!, ya lo sé para la próxima vez”.

Si continuas diciéndote “Soy bueno”, tu subconsciente te seguirá respondiendo que “No, no lo eres” hasta que llegará un momento en el que te dirá “! Pues vale! Eres bueno.” Si buscas en los fracasos una oportunidad para aprender y mejorar, tu subconsciente se quedará con el mensaje y se encargará de almacenar las soluciones a los obstáculos y se encargará de recordártelo en el momento que se repita la situación.

Si te dices: “Yo soy un excelente profesional y me preparo siempre antes hacer algo”, entonces tu subconsciente te lo recordará cada vez que vayas a empezar a hacer algo. Si entrenas a tu subconsciente sobre la forma como piensan los profesionales de éxito, entonces tu subconsciente te lo recordará cada vez que lo necesites.

Para probar esto te propongo un ejercicio muy sencillo: atrévete a decirle a una mujer, una que este muy bien vestida y arreglada, que no tiene gusto para vestirse; o dile a un hombre: no sabes conducir. La reacción que observarás es la respuesta del subconsciente. Cuando dicen algo que contradice la imagen que uno tiene de sí mismo, el subconsciente reacciona de forma inmediata y defensiva.

Tu subconsciente se encarga de filtrar todo lo que ves y hará que destaquen aquellas cosas que tienes en la mente, aquellas cosas en las que piensas.

Si pones a dos personas enfrente de un cuadro abstracto y luego le preguntas a cada una, por separado, que te explique lo que ha visto, seguro que obtendrás dos respuestas distintas: cada una habrá visto lo que esté acorde a su forma de pensar, a sus experiencias, a lo que tienen en el subconsciente.

Una cosa más, recuerda la ley de la correspondencia, la cual dice que “tu mundo exterior es un reflejo de tu mundo interior”. Toda esa información con la que alimentas a tu subconsciente es lo que determinará tu forma de pensar y es lo que se reflejará al exterior.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Actuar como si ya lo fueras

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Como todo buen profesional, tu has planificado tú carrera y conoces perfectamente cual es el siguiente escalón de tu escalera que te llevará a tu objetivo. Supongamos que quieres ser un Jefe de Equipo.

¿Cómo piensas convertirte en Jefe de Equipo? Obviamente, cuando la persona responsable de seleccionar Jefes de Equipos te seleccione. Y ¿cómo puedes hacer que esa persona te seleccione? Cuando demuestres que tienes la capacidad y el potencial necesario para desempeñar ese puesto. Entonces, ¿qué tienes que hacer para demostrar que cumples con los criterios de selección?: actuando como lo hace un Jefe de Equipo, ¡aunque no lo seas aun!

Cuando escuche todo eso por primera vez, me dije a mi mismo: “¡que estupidez! Es lógico que si actúo como tal podré ser elegido para ese puesto. Es de sentido común.” Pues claro que es de sentido común pero cuando las cosas son tan obvias no nos paramos a pensar en ello. Ese es el peligro de ser “Inconscientemente Capaces”.

Recuerda las cuatro etapas del aprendizaje:

- Inconscientemente Incapaz: No sabes que no puedes hacer algo. Un niño cree que puede conducir un coche, hasta que se sienta ante el volante.

- Conscientemente Incapaz: Sabes que no puedes (aun) hacer algo.

- Conscientemente Capaz: Sabes todo lo que tienes que hacer y debes pensar en ello antes de hacerlo. Cuando comienzas a conducir piensas explícitamente en los pasos que tienes que dar.

- Inconscientemente Capaz: Cuando adquieres destreza, no tienes que pensar en los pasos a dar, simplemente los haces. Es aquí cuando vienen los accidentes, ya que pierdes la concentración y te distraes.

Para poder avanzar en tu carrera hacia el éxito hay que pararse un rato y pensar en lo que deseas y en los pasos que tienes que dar. Uno de los objetivos de este blog es ayudarte a pensar, a recuperar la concentración, y que puedas organizarte e identificar los pasos a seguir.

¿Qué tiene un Jefe de Equipo que tú no tengas? ¿Qué hace un Jefe de Equipo que tú no haces (aun)? ¿Cómo reacciona un Jefe de Equipo ante las diversas situaciones que se le presentan?

Busca las respuestas a esas preguntas y adquiere los conocimientos necesarios para desempeñar ese puesto que deseas. Entonces, actúa como si ya lo fueras y cuando llegue la oportunidad, tú serás uno de los candidatos. Y si te preparas bien, tú serás el seleccionado.

Cuando digo que actúes, no te estoy diciendo que mientas, ni que realices las tareas de otra persona. Debes gestionar adecuadamente tu área de influencia para evitar problemas con tus compañeros. Ten en mente que al actuar “como si ya lo fueras” estás alcanzando dos objetivos: estás demostrando tu capacidad para el puesto y estás adquiriendo el hábito de hacer lo que debes hacer en ese puesto deseado.

Recuerda que la suerte es estar en el sitio adecuado en el momento adecuado y estar PREPARADO. Que triste sería estar en el lugar y momento adecuado y ver pasar la oportunidad, simplemente porque no estabas preparado.

No esperes más y ponte manos a la obra, ya que de ti depende el éxito en tu vida.

martes, 15 de septiembre de 2009

Planes de contingencia: ¿Qué pasaría si ...

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Todo plan debe tener planes de contingencia, planes a ser ejecutados en el caso que las cosas no ocurran como se espera.

¿Qué sucedería si la fecha de entrega del material se demora una semana más? ¿Qué podríamos hacer si ese día llueve? ¿Y si en medio de la presentación nos quedamos sin electricidad?

Es cierto que la cantidad de cosas que pueden ir mal es infinita y que es imposible planificar las acciones a realizar en cada una de ellas, pero esto nunca debe ser la excusa para no preparar planes de contingencia.

En toda planificación existen actividades críticas, no sólo las relacionadas con el cumplimiento de las fechas claves, sino también aquellas cuyo resultado garanticen la consecución del objetivo buscado.

Para esas actividades críticas es necesario identificar un conjunto de aspectos que pudieran salir mal. A cada unos de esos aspectos se le asignaría una probabilidad de ocurrencia: ¿cuál es la probabilidad de que eso pueda ocurrir?

Con el listado total de todos los posibles inconvenientes que pudieran surgir, se deben buscar relaciones entre ellos, ya que probablemente algunos de ellos estén relacionados y se puedan preparar caminos alternativos comunes.

Debido a limitaciones de tiempo y recursos (humanos, económicos, etc.) no se podrán definir planes de contingencia para todos los problemas identificados, por lo que será necesario establecer un umbral para discriminar aquellos eventos que serán considerados inicialmente. El resto de los eventos se deberán mantener a mano para las subsiguientes revisiones del plan.

Para los eventos identificados se deberá definir un plan e incluir estas actividades en el plan original, de modo que de llegar el momento de que un plan de contingencia deba ser activado, se pueda disponer todo lo necesario para su ejecución.

Un ejemplo: supongamos un hotel de gran tamaño y que los autobuses llegan constantemente llenos de clientes que tienen sus reservas. ¿Qué sucedería si se quedan sin sistema informático debido a un problema en la red de comunicaciones? Conozco un hotel de un famoso sitio de vacaciones que posee un plan de contingencia para esta eventualidad. Cuando esto ocurre, las personas de la recepción reciben un inmenso listado en papel con la información de los clientes esperados para ese día. Contado así, la solución es obvia, pero si no se hubiese considerado este plan en un principio, no sería posible disponer de dicho listado. Es por este motivo que entre las tareas a realizar en este hotel se encuentra la de generar este listado periódicamente, aunque en la gran mayoría de los casos no se utilice.

Para cada uno de los posibles problemas se deberá establecer el criterio que hará que se ponga en marcha el plan alternativo. En el ejemplo anterior, el criterio es quedarse sin sistema, pero en otros casos puede ser el nivel de respuestas recibidas, la cantidad de stock disponible, la temperatura de algún dispositivo, etc.

En la planificación hay que incorporar hitos de control, en los que se revisará la situación del plan y de los criterios de control. En estos puntos de control se puede determinar si se dejan de realizar algunas actividades necesarias para un plan de contingencia específico, o si es necesario abandonar el plan original y continuar por otro alternativo o si es necesario definir planes de contingencia para situaciones que originalmente no llegaban al umbral de probabilidades, pero que los cambios en el entorno o el desarrollo del plan original ha hecho que su probabilidad de ocurrencia suba.

Otro ejemplo: en la preparación de un evento de marketing se espera que la audiencia sea de 100 personas, lo que obliga obviamente a disponer de un local para albergar a dicho aforo. ¿Qué sucede si reciben 200 solicitudes? ¿Qué sucede si sólo confirman 50?

Si se tienen más solicitudes se podría rechazar las sobrantes, pero sería una pena perder todos esos posibles compradores; se podría buscar una sala con mayor aforo, pero no se puede cambiar el lugar de reunión; se podría realizar otra sesión a otra hora o día, pero quizás no les interese dicho cambio.

Si se tienen muchas menos solicitudes, los asistentes percibirían una mala imagen de la compañía al ver una sala medio vacía. Se podría colocar algunos tabiques que hagan el recinto más pequeño.

En todos los casos existen múltiples soluciones, pero cada una tendría consecuencias positivas y negativas. Lo cierto es que para lograr el resultado deseado es necesario estar preparado con antelación.

Se podría definir una alarma en relación a la cantidad de solicitudes recibidas en la mitad del período de inscripciones: Si al pasar 7 días desde la fecha de inicio de recepción de solicitudes, las respuestas recibidas es menor al 20% del total de plazas, entonces se incluyen 200 nombres más a la lista de empresas a invitar.

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La identificación de las actividades críticas, la definición de los planes de contingencia y el establecimiento de los criterios que activarán dichos planes, requieren de experiencia, sentido común y de tener claramente definidos y cuantificados los objetivos buscados.

Recuerda: errar en la planificación es planificar para errar. El preparar un plan no implica que todo saldrá como se desea, pero el no prepararlo puede hacer que las cosas no funcionen.

martes, 8 de septiembre de 2009

No esperes más

Una de las claves del éxito es hacer lo que hay que hacer. Que fácil, no?.

¿Sabes cuál es el promedio de intentos que se realizan antes de abandonar un proyecto?

La respuesta es muy interesante: menos de 1. Esto quiere decir que la gran mayoría de las ideas ni siquiera se intentan un sola vez!

¿Sabes tú cuál es el objetivo buscado? ¿Conoces las tareas necesarias para llegar a ello? ¿Las tienes escritas? ¿Hay alguna de esas tareas que deberías haber comenzado y no lo has hecho? ¿Cuál es el motivo?

Con esta última pregunta, generalmente vienen las excusas que uno mismo se inventa para justificarse ante sí mismo y ante los demás. ¿Sabes cuáles son las cosas que NO les gusta hacer a las personas que están teniendo éxito en sus vidas?

Esta respuesta también es interesante, ya que son exactamente las cosas que nadie les gusta hacer, pero la diferencia es que ellos las hacen. ¿A quien le gusta hacer la declaración de la renta? Es un fastidio, en engorroso y además es para soltar dinero (aunque en algunos casos logras que te devuelvan un dinero que pagaste anteriormente), pero cuanto antes salgas de eso antes te lo quitarás de la cabeza y podrás pensar en cosas más productivas.

Tu objetivo como profesional es recibir dinero a cambio de tu tiempo, bueno, de las actividades que realizas en tu tiempo. Entre esas actividades existen algunas entretenidas y otras sumamente aburridas o desagradables. Todas tienes que hacerlas, así que sal de las menos atractivas primero y luego te dedicas a las agradables, para acabar el día feliz.

Mientras más cosas seas capaz de hacer, más cosas (responsabilidad) te será asignada, más valor estarás generando para tu compañía y más podrás ganar.

Como dice Brian Tracy, “cómete ese sapo” al comienzo, y todo lo que sigue será mejor. Y si hay varios sapos, comienza por el más feo.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Pensamiento positivo...¿funciona?

Supongo que todos habremos oído hablar del pensamiento positivo. Todos habremos oído historias fabulosas sobre resultados obtenidos gracias al pensamiento positivo. En los últimos meses se ha hablado mucho del libro y de la película “El Secreto” donde puede entender que existe un ente supernatural que hace que las cosas más inverosímiles puedan ocurrir si lo piensas y deseas profundamente.

¿Cuán cierto es todo esto?

En este tema hay mucho de leyenda urbana y depende de nosotros utilizar nuestro criterio y sentido común para separar la paja del trigo.

Desde los comienzos de la historia se ha utilizado la existencia de seres supernaturales, Dioses, para explicar los eventos que no entendemos.

Yo soy de las personas que prefiere tratar de entender y buscar alguna explicación a las cosas, en lugar de inventar o creer historia fantásticas que me sirvan de excusa para justificar algunos de mis comportamientos. Trataré de explicarme.

Mi punto de partida es que se pueden lograr más cosas si tienes una actitud positiva, en lugar de una actitud negativa.

Si piensas con intensidad y constantemente que algo puede ocurrir, lo que estás haciendo realmente es forzar a tu subconsciente a buscar una forma de que ocurra, por lo que terminarás haciendo cosas que te irán acercando al resultado deseado.

Supongamos que quieres conocer a una persona específica: un contacto clave en una compañía, una persona a la que admiras o a tu pareja ideal. Si tu actitud es negativa y no haces más que pensar que nunca conocerás a esa persona, lo más probable es que nunca la conozcas, por el simple motivo que nunca realizarás ninguna actividad que te acerque a ella, debido a que tu subconsciente te dirá que no vale la pena hacer nada ya que nunca la conocerás y perderás tu tiempo. ¿Tiene lógica, no?

En cambio, si no haces más que pensar en esa persona, comenzaras a encontrar información relacionada con ella. Verás su nombre en las noticias, oirás que alguien la menciona, pondrás más atención en todo lo referente a la compañía en la que trabaja. Una de las principales causa de que eso ocurra es porque tu subconsciente tiene a esa persona, y todo lo que esté relacionada a ella, como palabras claves en tu mente, de la misma forma que si estas esperando un hijo/hija, veras mujeres embarazadas por todos sitios y coches de bebes y anuncios relacionados con los bebes. Todo eso siempre ha estado allí, pero como ahora es una “palabra clave” automáticamente (subconscientemente) lo notas.

En el caso de la salud ocurre algo similar. Existen historias de personas que tienen una enfermedad crítica y que se han curado o ha mejorado milagrosamente por “haber tenido una actitud positiva”. No es lo mismo enfrentarse a una enfermedad tirado en una cama pensando que no hay nada que hacer; que pensar y luchar activamente, no dejándose vencer por la enfermedad. Por desgracia no siempre se puede vencer a la enfermedad, pero en muchos casos, el tener esa actitud de lucha ayuda a mejorar el nivel de vida. Es algo similar al profesional que se jubila y a partir de ese momento su vida de deteriora a una velocidad impresionante. Es como si esas personas no tuvieran ningún aliciente para mantenerse activos (¿lo tienen?). En cambio, otros profesionales se mantienen activos después de la jubilación y ese deterioro no ocurre.

La razón por la que saco este tema es por que existen muchas personas que, apoyándose en la idea de que con el pensamiento positivo se logra todo, se sientan a esperar a que las cosas ocurran y eluden sus responsabilidades. Personas que se están desempleadas y se pasan todo el tiempo de viendo televisión y durmiendo, pensando que ya saldrá algo. Personas que ante un reto profesional, siguen adelante sin la preparación necesaria, sólo pensando que “Dios proveerá”.

Para que las cosas ocurran hay que ganárselo, no sólo con el pensamiento positivo, sino con la preparación y la acción.

¿El pensamiento positivo funciona?

Si funciona, pero es sólo uno de los componentes del éxito.

sábado, 5 de septiembre de 2009

La ley de la correspondencia

Este es un tópico muy interesante que le escuche a Brian Tracy en uno de sus seminarios, se llama la Ley de la Correspondencia y lo que dice es: “Eres por fuera como eres por dentro”.

En otras palabras, tu mundo exterior es un reflejo de tu mundo interior. Esto quiere decir que ha donde tu veas te veras a ti mismo reflejado, a donde sea que vayas, allí estarás.

Piénsalo bien y te darás cuenta que tiene toda la lógica del mundo. Eres lo que eres, has alcanzado lo que has alcanzado, estás donde estás debido a tu forma de ser, tu forma de pensar. Si pensaras o fueras de otra manera, serías otra cosa, estarías en otro sitio y hubieras alcanzado otras metas. ¿Correcto?

Muy probablemente, si estas leyendo esto es por que piensas que quieres aprender nuevas cosas para mejorarte... si no pensaras esto, no estarías leyendo esto. A menos que seas un familiar o amigo que quiere leer lo que escribo.

La importancia de este principio es que nos esta diciendo que podemos cambiar lo que somos si cambiamos nuestro interior, y no existe otra manera de lograrlo.

Tu mundo exterior refleja tus pensamientos, sentimientos, ambiciones, sueños. Las personas que han tenido éxito en la vida tienen muy claro lo que son, lo que piensan, lo que buscan, mientras que el resto de las personas son muy difusas en estos aspectos.

Todo lo que eres, tienes, haces es un reflejo directo de lo que piensas. Todo esto lo has atraído hacia ti por ser la persona que eres.

El punto clave de todo esto es que no existe otra forma de lograrlo. Tú no puedes cambiar tu mundo exterior si no cambias previamente tu mundo interior.

La conclusión que se puede sacar de esta ley es que, dado que tú tienes el control total de tu mundo interior, tú tienes el control total de tu destino y futuro. Tú puedes ser y alcanzar lo que quieres, si cambias tu interior para que esté en completa armonía con lo que deseas.

Si te preocupas por mejorar en lo profesional y/o personal, buscarás libros, asistirás seminario, investigarás sobre los aspectos que deseas mejorar; y con todas esas experiencias estarás cambiando tu mundo interior y entonces te verás reflejado en ese espejo que es tu mundo exterior.

Mucha gente, al verse reflejados en ese espejo y no gustarle lo que ve, trata desesperadamente de cambiar el espejo, lo limpian, lo pulen, lo golpean y lo maldicen; en lugar de trabajar en si mismo. Eso es lo equivalente a querer cambiar el mundo, querer cambiar a la gente que le rodea... pero recuerda esto, generalmente la gente no cambia. Si tú piensas que alguna parte de tu futuro depende de que las personas cambien, pienso que necesitas ayuda profesional, ya que la gente no cambia. No puedes alojar todas tus esperanzas en que ocurran eventos imposibles.

La buena noticia es que si estas leyendo este blog y has llegado hasta esta línea significa que tu tienes el deseo de aprender nuevas cosas, de ampliar tus experiencias, de cambiar tu interior... por lo que próximamente podrás ver el resultado reflejado en tu mundo exterior, y no lo digo porque yo pretenda ser la clave para ello, sino por tu forma de pensar.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Las respuestas han cambiado

La gran mayoría de los profesionales de hoy en día llevan años si estudiar, sin leer algún libro relativo a su profesión, sin asistir a seminarios de negocios o Management. ¿quizás sea porque piensan que ya saben todo lo que tienen que saber?. Muchos dirán (se dirán) que no tienen tiempo para eso. Yo pienso que en realidad se debe a “dejadez”, a no pensar en su futuro, a dejarse comer por el día a día.

Voy a comentar un extracto del seminario de Brian Tracy, titulado “Success Mastery Academy”, en el habla, entre otras muchas cosas, de este punto.

Existe una historia de cuando Albert Einstein estaba dando clases en la Universidad de Oxford, y después de un examen que había puesto a sus alumnos, se acerca el decano y le pregunta: “Disculpe Dr. Einstein, pero ¿No fue ese exactamente las mismas preguntas que usted le hizo a los alumnos el año pasado?”, a lo que Einstein respondio: “Si, es exactamente el mismo examen”. El decano, sin salir de su asombro le dice: “¿Cómo es posible que usted repita el mismo examen dos años consecutivos?”, y Einstein se le queda viendo con una sonrisa y responde: “por un motivo muy sencillo, las respuestas han cambiado!”.

Las respuestas han cambiado. ¿Cuáles eran tus preocupaciones hace un año?¿Cuáles eran los problemas a los que te enfrentabas en el trabajo hace un año? Las cosas que nos preocupan ahora no son las mismas que nos preocupaban hace un año, nuestras necesidades financieras son distintas, nuestras necesidades profesionales son otras, los problemas de nuestros clientes son otros, la tecnología que disponemos es distinta... y las cosas están cambiando cada vez más rápido.

Y si uno quiere tener éxito, uno tiene que cambiar también, para afrontar los nuevos retos que se nos presentan. Lo que llama la atención es que existe una gran cantidad de personas que no se da cuenta de esto, y peor aún, las hay que si se dan cuenta y que no hacen nada al respecto.

Lo interesante de todo esto es que el mejorar en nuestra profesión y en nuestra vida depende de nosotros. No busques culpables en la compañía en la que trabajas, ni en la falta de tiempo, ni en la falta de dinero, ni en nada... sólo depende de ti. Lo que tienes que hacer es proponértelo, organizarte y hacerlo.

Por ejemplo, ¿Cuánto tiempo te lleva ir de tu casa a la oficina?¿cuánto tiempo pasas en el coche, metro o en el autobús?¿Cuántas horas pasas al mes sentado en el baño?¿Cuántas horas pasas al mes viendo programas estériles en la televisión?¿Cuántas horas al mes pasas jugando en el ordenador?. Podrías hacer la prueba y sumar todo ese tiempo que pudieras dedicar a algo más productivo como tu formación y mejoramiento profesional y personal. Se entiende que uno tenga que descansar un poco, distraerse y divertirse, pero seguro que podrías dedicar un alto porcentaje de ese tiempo en cultivarte. Digamos que logras sacar 10 horas al mes para dedicártelas a ti mismo. Esas 10 horas son suficientes para que adquirir una ventaja en relación a los otros profesionales que compiten contigo en el mundo laboral.

En una carrera de caballos, el caballo que llega de primero gana un premio considerablemente superior a el que recibe el que llega de segundo lugar, incluso si el que llegó de primero ha ganado por una nariz. En el mundo profesional, el que gana se lo lleva todo y el que queda de segundo no se lleva nada, incluso cuando gana por una nariz!... por lo que esas 10 horas que dedicas a tu mejora profesional personal pueden ser esa nariz.

En el caso que no consigas “audios” (mp3) con los libros que quieres leer, podrías grabarlos tu mismo. Existen multitud de programas gratuitos (freeware) en Internet que te permiten grabar y editar el audio. Los lees una vez y los puedes escuchar múltiples veces. Vale la pena.

Si no sabes que libros o audios existen para tu carrera, busca en Internet o pregunta a tus amigos o pregúntame a mí. Pero hazte un favor: aprende y prepárate para las mismas preguntas de siempre, para dar la respuesta adecuada para el momento actual.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Inquietudes profesionales

Como complemento a la pirámide de Maslow sobre las necesidades humanas, en el libro de Steven Covey "El Octavo Hábito" conseguí una lista de 4 aspectos que han de ser tomados en cuenta en la vida profesional, tanto para uno mismo como para las personas que dependen de nosotros.

Estos cuatro aspectos o inquietudes que poseen las personas son, en inglés: "To live", "to love", "to learn" y "to leave a legacy". Traducido al español son "Vivir", "Amar", "Aprender" y "Dejar un legado".

  • Vivir: Se refiere a los aspectos físicos y material, por ejemplo la parte económica. En el caso que los aspectos materiales no estuviesen bien considerado, el profesional no se sentiría motivado. Si no se está bien pagado o el sitio de trabajo no es agradable, la efectividad del profesional se puede ver perjudicada.
  • Amar: Este aspecto se refiere a la parte emocional, como por ejemplo las relaciones. Si el ambiente de trabajo es de tensión o malos tratos, tampoco se podrá trabajar bien, incluso si se esta muy bien pagado.
  • Aprender: Aquí nos referimos al desarrollo de la mente. Si haces un trabajo rutinario, lo mismo todos los días, y no aprendes nada nuevo, llegará un momento en que uno se cansa. Se puede tener un buen sueldo, tener un buen ambiente de trabajo, pero si no aprendes nada nuevo, tarde o temprano terminarás dejándolo. No se están satisfaciendo las necesidades de la mente.
  • Legado: Esto se refiere al significado, el resultado de tu trabajo. Es importante que las personas sepan que lo que están haciendo sirve para algo. Imaginate que todo el trabajo que has estado haciendo durante todos los días, al final de la semana ves como lo tiran a la basura... y esto ocurre todas las semanas. ¿Lo seguirás haciendo con el mismo empeño y dedicación?
Cuando busques o asignes un trabajo, ten en cuenta estos cuatro aspectos. Si estas inquietudes no son satisfechas, existen muchas probabilidades que el trabajo sea abandonado.

Gestionar tu área de influencia

En la compañía donde trabajas se realizan una gran cantidad de actividades distintas y variadas, de las cuales sólo algunas se encuentran en tu área de influencia, otras se encuentran en la frontera y el resto quedan definitivamente fuera de tu responsabilidad.

Recuerda que existe una relación directa entre la cantidad de responsabilidades que posees y la remuneración que percibes. Esto se debe a que al tener más responsabilidades estás aportando un mayor valor. Si tu eres capaz de gestionar muchas actividades y lograr que se ejecuten en los plazos y presupuestos esperados, eres gestor excelente.

Otra cosa, el tener más responsabilidades no significa que seas tu el que tenga que hacer las tareas, ya que para eso está la delegación.

Pues bien, digamos que tu deseas ser un manager valioso para tu empresa, por lo que tienes que ir ampliando tu área de influencia. Para lograrlo con éxito tienes que conocer muy bien cuales son las actividades que dependen directamente de tí, identificar las que rodean tu área de influencia (que generalmente están en una zona gris) y las que están más lejos.

El siguiente paso es elegir el camino que deseas seguir y prepararte para adquirir las habilidades y conocimientos necesarios para gestionar las actividades que se encuentran en tu objetivo.

Una vez estés preparado, lo cual no ocurre de la noche a la mañana, debes empezar a ampliar tu área de influencia. Para esto ten en cuenta la siguiente escala de actitudes que puedes tener al estar frente a un reto:

  1. Esperar a que digan que hacer: Esta es la actitud que se debe tener ante actividades que están muy alejadas a tu área de influencia.
  2. Preguntar: Esta actitud es válida para actividades que están en la parte externa de la frontera de tu área de influencia. En que caso que haya un problema tu puedes acercarte y preguntar a tu superior si el problema pudiera ser resulto de una manera específica: ¿Por que no prueban haciendo esto?. Aquí estás demostrando que conoces del tema y que puedes aportar soluciones válidas.
  3. Recomendar: Esta actitud debe ser para aquellas actividades, que aunque se encuentran fuera de área de influencia, has demostrado que posees ideas válidas. Ante una situación tu puedes recomendarle a tu jefe una actuación: "Te recomiendo que hagas esto".
  4. Pretendo hacer: Esta actitud es muy interesante y es para las actividades en las que se posee confianza de tu capacidad de gestionar, aunque no está aceptado aún que seas tu el responsable. Con esta actitud es con la que se logra el quiebre, el punto de inflexión. Te acercas a tu jefe y le dices: "Quiero informarte que pretendo hacer esto de esta manera". Tu superior, que confía en tu capacidad te podrá hacer una que otra pregunta de verificación, para luego darte su aprobación, o no.
  5. Hacerlo y reportar inmediatamente: En varias oportunidades has informado a tu superior sobre tu intención de hacer ese tipo de actividades con resultados satisfactorios, por lo que tomas la libertad de dar el siguiente paso, que consiste en hacerlo y reportar inmediatamente. "Te informo que acabo de hacer esto, lo he hecho así, y los resultados son estos".
  6. Hacerlo y reportar periódicamente: El siguiendo paso es hacerlo y reportar cada cierto tiempo. "Durante la semana pasada tuve que hacer esto, de esta manera y con estos resultados.
  7. Simplemente hacerlo: Finalmente, una vez que has demostrado tu total y completa capacidad para realizar la actividad con éxito, esta ha pasado a formar parte de tu área de influencia, por lo que simplemente la haces cuando haya que hacerla.

Pienso que lo interesante de todo esto es el disponer de un esquema de la forma de proceder para poder demostrar que eres un profesional que desea aportar mayor valor a la empresa por medio de tus habilidades y conocimientos.
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