jueves, 3 de septiembre de 2009

Gestionar tu área de influencia

En la compañía donde trabajas se realizan una gran cantidad de actividades distintas y variadas, de las cuales sólo algunas se encuentran en tu área de influencia, otras se encuentran en la frontera y el resto quedan definitivamente fuera de tu responsabilidad.

Recuerda que existe una relación directa entre la cantidad de responsabilidades que posees y la remuneración que percibes. Esto se debe a que al tener más responsabilidades estás aportando un mayor valor. Si tu eres capaz de gestionar muchas actividades y lograr que se ejecuten en los plazos y presupuestos esperados, eres gestor excelente.

Otra cosa, el tener más responsabilidades no significa que seas tu el que tenga que hacer las tareas, ya que para eso está la delegación.

Pues bien, digamos que tu deseas ser un manager valioso para tu empresa, por lo que tienes que ir ampliando tu área de influencia. Para lograrlo con éxito tienes que conocer muy bien cuales son las actividades que dependen directamente de tí, identificar las que rodean tu área de influencia (que generalmente están en una zona gris) y las que están más lejos.

El siguiente paso es elegir el camino que deseas seguir y prepararte para adquirir las habilidades y conocimientos necesarios para gestionar las actividades que se encuentran en tu objetivo.

Una vez estés preparado, lo cual no ocurre de la noche a la mañana, debes empezar a ampliar tu área de influencia. Para esto ten en cuenta la siguiente escala de actitudes que puedes tener al estar frente a un reto:

  1. Esperar a que digan que hacer: Esta es la actitud que se debe tener ante actividades que están muy alejadas a tu área de influencia.
  2. Preguntar: Esta actitud es válida para actividades que están en la parte externa de la frontera de tu área de influencia. En que caso que haya un problema tu puedes acercarte y preguntar a tu superior si el problema pudiera ser resulto de una manera específica: ¿Por que no prueban haciendo esto?. Aquí estás demostrando que conoces del tema y que puedes aportar soluciones válidas.
  3. Recomendar: Esta actitud debe ser para aquellas actividades, que aunque se encuentran fuera de área de influencia, has demostrado que posees ideas válidas. Ante una situación tu puedes recomendarle a tu jefe una actuación: "Te recomiendo que hagas esto".
  4. Pretendo hacer: Esta actitud es muy interesante y es para las actividades en las que se posee confianza de tu capacidad de gestionar, aunque no está aceptado aún que seas tu el responsable. Con esta actitud es con la que se logra el quiebre, el punto de inflexión. Te acercas a tu jefe y le dices: "Quiero informarte que pretendo hacer esto de esta manera". Tu superior, que confía en tu capacidad te podrá hacer una que otra pregunta de verificación, para luego darte su aprobación, o no.
  5. Hacerlo y reportar inmediatamente: En varias oportunidades has informado a tu superior sobre tu intención de hacer ese tipo de actividades con resultados satisfactorios, por lo que tomas la libertad de dar el siguiente paso, que consiste en hacerlo y reportar inmediatamente. "Te informo que acabo de hacer esto, lo he hecho así, y los resultados son estos".
  6. Hacerlo y reportar periódicamente: El siguiendo paso es hacerlo y reportar cada cierto tiempo. "Durante la semana pasada tuve que hacer esto, de esta manera y con estos resultados.
  7. Simplemente hacerlo: Finalmente, una vez que has demostrado tu total y completa capacidad para realizar la actividad con éxito, esta ha pasado a formar parte de tu área de influencia, por lo que simplemente la haces cuando haya que hacerla.

Pienso que lo interesante de todo esto es el disponer de un esquema de la forma de proceder para poder demostrar que eres un profesional que desea aportar mayor valor a la empresa por medio de tus habilidades y conocimientos.

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